Mil veces me lamento de lo fea que soy, otras veces pienso: "no soy tan fea, soy gorda" y últimamente, que sigo aumentando mi tamaño a velocidades exponenciales, pienso que debería morirme y ya... pero ese no es el punto que estoy tratando de hacer. El punto es el miedo que me da que los que me ven, piensen que por dentro soy tan fea como por fuera y aquí si hay un punto: por dentro no soy nada hermosa tampoco.
Ahora si yo fuera bella por fuera, a nadie le importaría que fuera una hija de puta o una egoista, que llegue tarde o que huela mal y ese es otro punto: Yo no quiero estar obligada a ser simpática, generosa y puntal (sí, me encanta oler bien) y perderme el placer de mandarlos a todos a la mierda porque peso el doble de lo normal. Quiero ser yo cuando estoy con un tipo y que no me dé verguenza quitarme la ropa en un one-night-stand. Quiero vestirme a la moda y comprarme los zapatos que usan las minas de Sex and the City, usar camisetas sin sujetador y que alguien me saque una foto flashing my pants.
Bueno, la historia se fue al carajo, qué sé yo...